Institut Català de Finances (ICF), la agencia crediticia autonómica y brazo financiero de la Generalitat.El Govern repesca a Miquel Salazar para liderar el ICF.
J.O. Barcelona.
El Institut Català de Finances (ICF), el brazo financiero de la Generalitat, ya tiene nuevo consejero delegado.
Para suplir la vacante de Josep Maria Ayala, que a finales de julio asumió la presidencia del Instituto de Crédito Oficial (ICO), el Govern se ha inclinado por una persona de la máxima confianza y un estrecho colaborador, durante años, del conseller de Economia, Antoni Castells.
Se trata de Miquel Salazar, que en abril dejó su cargo como secretario de Política Financera, Competència i Consum del Departament d'Economia por motivos de salud.
Una vez recuperado, Salazar, de 53 años, vuelve a la primera línea de la conselleria dirigida por Castells como máximo responsable del ICF, en un momento en que la entidad pública ha aumentado su ritmo de actividad como consecuencia de las crisis empresariales y las restricciones crediticias.
En junio, el ex alto cargo de Economia fichó por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona como responsable de la futura plataforma audiovisual y en agosto fue nombrado nuevo presidente del salón Borsadiner, en sustitucíón de Carlos Tusquets.
La designación de Miquel Salazar como consejero delegado del ICF será aprobada esta mañana por el Consell Executiu en su segunda reunión tras las vacaciones de verano.
En su nuevo cargo, una de las primeras decisiones de más calado que deberá tomar Salazar es si la entidad concede o no un crédito a La Seda de Barcelona, que confía en la ayuda del ICF para remontar su particular crisis.http://www.expansion.com/2009/09/01/catalunya/1251799330.html------------------
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La desconfianza hacia el fabricante de plásticos PET se ha extendido a la Generalitat. La empresa no podrá contar, al menos por ahora, con los 15 millones de euros del crédito que negociaba desde hace semanas con el Institut Català de Finances (ICF), la agencia crediticia autonómica.
La operación debía ser aprobada ayer por el Gobierno catalán (que celebró su primera reunión tras las vacaciones bajo la presidencia de José Montilla), pero no fue así.
Aunque La Seda ya trasladó al ICF su plan de reestructuración, que prevé la supresión de 300 empleos y la venta de cinco factorías, en la Generalitat la operación suscita dudas, no tanto por el ajuste que debe acometer la empresa, como por su inestabilidad accionarial y corporativo.
Desde el ICF, se considera arriesgado en estos momentos conceder un crédito a una compañía que ha reformulado sus cuentas, ha cambiado dos veces de presidente (Rafael Español fue sustituido por Joan Castells, a quien relevó poco después José Luis Morlanes) y que prepara acciones legales contra sus ex gestores.
La Generalitat ha decidido esperar a que se clarifique la situación, un compás de espera en el que también influye que el ICF esté actualmente sin consejero delegado, tras la marcha de Josep Maria Ayala al ICO.
http://www.expansion.com/2009/08/25/empresas/industria/1251230139.html'